Ego y yo.

Según Freud, en el comienzo del yo estaría el amor, o más exactamente «el amar» (das Lieben). El yo originario se constituye amando sus fuentes de placer.

Lacan habla de la formación del yo como la presunción de una imagen (en el llamado estadio del espejo), pero «un intruso» el ego, viene a cuestionar esta simple oposición. El ego, al que Lacan se refiere en su seminario sobre Joyce es la suplencia que permite que lo real y lo simbólico directamente acoplados se anuden a lo imaginario, prescindiendo del anudamiento paterno.

¿Habría una relación desapercibida entre este ego y el yo real originario?

Versión en español del Seminario de Pierre Bruno y M.-J. Sauret para la APJL en 2006.

(Impreso en papel).